¡Por fin encontramos un hueco para actualizar nuestro blog!
Antes de todo os contaremos como fue nuestro BAUTISMO en el mundo de las “firas” y para continuar os enseñaremos todas las cositas nuevas que hemos preparado y dejaremos para otra entrada las creaciones que estamos preparando para los próximos meses.
Como ya sabéis, por nuestra anterior entrada, nos fuimos a la “fira” d’Arenys de Mar. Nuestra primera “fira” y como siempre que hacemos algo nuevo, hicimos el bautismo con lluvia y a lo loco. Para empezar, el viernes cuando estamos colocando con gran esmero todas las cositas nos encontramos un cubito de hielo en la parada…, tras la sorpresa salimos corriendo a por un plástico para cubrirla porque empezaba a ¡GRANIZAR! Tal como os lo contamos: ¡en pleno junio! Aún no nos hemos quitada la cara de sorpresa. Al menos tuvimos la intuición de llevarnos un plástico y el parasol que nos hizo las veces de paraguas.
El sábado, como no podía ser menos, nos cayo una tormenta de verano de más de una hora, que nada tenía que envidiar a los aguaceros tropicales. En este caso nos traiciono la inocencia y pensamos: "será una tormenta de verano de 10 minutos". Por suerte los compañeros nos dejaron una carpa. Gracias a ellos (que son unos soles) no nos tuvo que recogernos la patrulla pesquera de la zona.
Antes de todo os contaremos como fue nuestro BAUTISMO en el mundo de las “firas” y para continuar os enseñaremos todas las cositas nuevas que hemos preparado y dejaremos para otra entrada las creaciones que estamos preparando para los próximos meses.
Como ya sabéis, por nuestra anterior entrada, nos fuimos a la “fira” d’Arenys de Mar. Nuestra primera “fira” y como siempre que hacemos algo nuevo, hicimos el bautismo con lluvia y a lo loco. Para empezar, el viernes cuando estamos colocando con gran esmero todas las cositas nos encontramos un cubito de hielo en la parada…, tras la sorpresa salimos corriendo a por un plástico para cubrirla porque empezaba a ¡GRANIZAR! Tal como os lo contamos: ¡en pleno junio! Aún no nos hemos quitada la cara de sorpresa. Al menos tuvimos la intuición de llevarnos un plástico y el parasol que nos hizo las veces de paraguas.
El sábado, como no podía ser menos, nos cayo una tormenta de verano de más de una hora, que nada tenía que envidiar a los aguaceros tropicales. En este caso nos traiciono la inocencia y pensamos: "será una tormenta de verano de 10 minutos". Por suerte los compañeros nos dejaron una carpa. Gracias a ellos (que son unos soles) no nos tuvo que recogernos la patrulla pesquera de la zona.
Y el domingo ya no podía llover más…, así que hizo buen día. De todas formas y a pesar de las inclemencias del tiempo nos llevamos muy buen recuerdo de los colegas de “fira”, con los que compartimos unas cuantas horitas y de lo buena que es la gente: tanto vosotros que vinisteis a vernos, como los nuevos amigos que hicimos. Todos nos disteis mucho cariño y ánimos para seguir haciendo, con toda nuestra ilusión, flores, frutas, verduras...
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